Otra técnica, esta vez para comprobar si os habéis aprendido el tema, es hacer ejercicios. Es el momento de inventarse un posible examen. Si tú fueras el/la profesor, ¿cómo preguntarías a tus compañeros/as de clase este tema? ¿En qué te enfocarías después de analizar lo que consideras más importante? De esta forma te vas a demostrar si eres capaz de valorar la información relevante de la que no es, y tendrás que hacer un esfuerzo de memoria activa para recuperar toda la información que has aprendido.
Si inventas ejercicios, prueba a resolverlos al día siguiente. ¿Eres capaz de recordarlo todo sin mirar el libro? También puede ser interesante si pasáis los exámenes inventados entre tu grupo de amigos: ¿puedes responder bien a todas las preguntas que se han inventado? Y ellos, ¿pueden resolver las tuyas?
De esta forma, puedes ver si hay algún apartado que necesitas repasar un poco más para sabértelo perfectamente. Además, estos hipotéticos exámenes te van a ayudar a acostumbrarte al real, ¡por lo que en el momento de la verdad no sentirás tantos nervios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario